Sabemos que cuando tenemos calor, sudamos más. Es la forma en que nuestro cuerpo se mantiene fresco: cada gota de sudor que se evapora de nuestra piel ayuda a bajar nuestra temperatura. Pero así sea necesario, este proceso a veces viene con efectos secundarios desagradables. Sí, estamos hablando del olor. Todo el mundo huele diferente cuando suda: algunas personas apenas desprenden algún rastro de olor, mientras que en otras puede ser abrumador. (Seguir leyendo…)