“¡Coge la ametralladora y vamos a pelear, que estoy herido!”, reiteró el dictador Rafael Leónidas Trujillo a su chofer Zacarías de la Cruz, ante la lluvia de disparos que impactaban su vehículo, uno de los cuales le rompió varias piezas dentales, la noche del 30 de mayo de 1961. (Seguir leyendo…)
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