Dominicana en Etiopía:gastronomia, fritura, café y dolorcito de barriga

¡Saludos saludables! De este lado de la pantalla de nuevo Maricha Martínez Sosa, la dominicana con la que estás conociendo un chin de África. En artículos anteriores te hablé de cómo llegué al otro lado del mundo y de ¿en qué se parecen RD & Etiopía?. Ahora quiero hablarte de uno de los más importantes temas (del que ya me han preguntado algunos remolacheros): el gastronómico. Dígase, la comida.

En sentido general no me puedo quejar, pues exceptuando un horrible episodio estomacal de las primeras semanas (que con tó’ y tó’ me quitó de encima el par de libritas que me sobraban), en este aspecto todo ha marchado bastante bien.

LA GASTRONOMÍA ETÍOPE
Como mencioné en el artículo anterior los etíopes tienen una relación con la comida muy similar a la nuestra: con el ‘plato tradicional’ no se juega, no se inventa y no puede nadie ponerse creativo. El día a día de la gastronomía Etíope se basa en una especie de pan/crepe/cuestión/asunto llamado ‘injera’ y sus respectivas ‘compañas’ llamadas ‘wat’, siendo muy populares los basados en granos (especialmente el shiró y las lentejas), espinacas, vainitas y carne jugosa (mayormente de vaca o pollo, pues ellos no son fans del puerco). No hay que olvidar el pequeño detalle de que en esta cultura se come con las manos ¡y no con cualquiera!
Los etíopes usan en sus comidas especias muy intensas, siendo las dos más famosas el berbere (que pronuncian barbarí y que es como el curry de la India) y la ‘mitmita’ (que suele ser extremadamente picante).
¿Las dos bebidas más populares? El Tej (vino de miel) y el café, cuyo consumo lleva toda una ceremonia pues es justo en este país donde se encuentra su origen. Si quieres saber más sobre esta tradición, (visita el artículo que escribí para Cultoural.com)

MI FELICIDAD
Hay muchos productos comunes a los que tenemos en República Dominicana. He podido encontrar: guineo, lechosa, tomates, pepino, lechuga, naranjas, toronja (rosada), aguacate, piña, guayaba, batata, limón, cebolla, ajo, pimiento morrón verde, espinacas, auyama, jengibre, orégano, miel… Y un montón de granos: lentejas (de varios colores), chícharos, habichuelas rojas… En fin, que mi necesidad de adaptación a la mayoría de los vegetales fue casi nula.

MI TRISTEZA
Por otro lado, contrario a lo que yo asumía (y que probablemente asumes tu también) ¡no hay yuca, ni plátano, ni yautía, ni ñame…! En ese sentido parece que me mudé a la parte equivocada del continente pues en Addis Abeba los víveres no son muy populares que digamos y eso es muy triste, porque yo si que soy loca con ellos. Pero bueno, allí donde hay aguacate hay que ser feliz, aunque sean de los ‘desabríos’, ‘semilluses’ (creo que me acabo de inventar esa palabra) y fibrosos.

Un tema que mi organismo debe estar agradeciendo (pero mi persona no) es el de los lácteos. En Etiopía no hay ni una costumbre ni una industria ‘lechera’. Si, en los supermercados venden leche pero en funditas que no me inspiran NADA de confianza, sobre todo después de escuchar como un alemán se enfermó feo porque acá no pasan la leche por el proceso UHT así que no solo todos los nutrientes, sino también TODAS las bacterias y enfermedades llegan de la vaca a tu boca.

Otro asunto (muy bueno para la salud) es que en el mercado etíope no hay mucha variedad de alimentos procesados, la mayoría son importados o hechos por dos o tres extranjeros emprendedores y por lo tanto sus precios son ‘caribes’. Yo me he vuelto una ‘montra’ en encontrar los lugares clave donde preparan bien cada producto y en hacer muchas de las cosas que me gustan y que no he podido encontrar… Y ahí vamos al punto: los antojos.

MIS ANTOJOS CRIOLLOS
Hay gente que puede vivir toda su vida sin tener un antojo más grande que ellos mismos, ¡yo no soy una de ellas! Desde chiquitica soy caprichosa tanto con lo dulce como con lo salado. El problema, mis estimados/as remolacheros/as es lo difícil que se hace satisfacer un antojo cuando se está del otro lado del mundo.

Porque seamos honestos, cuando yo vivía en Madrid la comunidad dominicana estaba a un par de estaciones de metro de distancia, ahí en Cuatro Caminos, donde el olor a pastelitos y la pinta de los bizcochos te anunciaba que estabas en la zona adecuada. Pero, estando ahora en África a veces me pregunto ¿y quién podrá defenderme? (porque no creo que el Chapulín Colorado llegue tan lejos al rescate).

Si bien es cierto que a mi me suele gustar cocinar, también lo es que mi costumbre es hacerlo para mi, para conservar mi estilo de vida (vegetariano y medianamente saludable) y, normalmente, bajo la ley del menor esfuerzo posible, dígase: ‘soy una dura’ haciendo ensaladas. La cosa es que en Etiopía se me ha complicado la jugada, porque no es que no sólo no encuentro quien haga lo que me gusta, ¡es que no aparecen ni los ingredientes para hacerlo yo misma!

EL FRACASO DEL QUIPE

Por ejemplo, hace unas cuantas semanas me desperté con un ‘penco’ antojo de quipes rellenos de queso y ‘DIOMIO’ que cosa ni más grande cuando vi que en todas las recetas te hablan de un tipo de trigo específico y yo, al ir al mercado, no sabía ni como comunicarles lo que era el trigo… Y que conste para el récord que desde que llegué a Etiopía me volví una ‘matatana’ jugando al dígalo como pueda y haciendo señas. Cuando por fin (y gracias a la ayuda de Google Translate, valga la cuña) logré dar con la palabra correcta, resulta que solo tienen un tipo, el trigo entero, tan grande que parece un grano de arroz. Yo me lo llevé, porque a falta de pan ¡casabe! Y ahí comenzó Jesucristo a padecer. Para no alargarte el cuento el asunto quedó horrible, tan húmedo que no cogía forma y tuve que empanizarlo lo cual hizo que freírlos fuera competir contra Flash. Cuando se los di a probar a Roland (mi esposo) él, con cara de asco, me respondió “¿qué es esto?¿y no era quipes que tu estabas haciendo?”. Yo casi lo asesino, pero recordé cuanto amo mi libertad y me controlé, no antes sin decirle dos o tres ‘cositas’ en español que él pese a no entender, optó por no preguntar.

LOS PASTELIKEKES
El caso de los pastelitos fue otra historia: los ingredientes si que estaban a mi alcance y la técnica es mal-que-bien conocida. ¿El problema? Aunque quedaron muy ricos de sabor, el relleno se volvió nada y estaban tan gruesos que era como un mazacote frito, como la parte gorda del yanikeke, vamos: como no debían estar. Pero hey, ¡era mi primera vez y al menos estos sí se dejaban comer… ¡A diferencia de los quipes wanna-be!

LOS ÉXITOS
Dentro de los inventos que si fueron un éxito están las empanadas horneadas, las tortillas suaves para tacos y wraps, los bizcochitos de vainilla (que quedaron feos y más torcidos que la torre de Pisa, pero bien ricos) y el dulce de leche que se le pone adentro a las obleas.

¿Lo positivo de mi abrupta incursión en la cocina desde cero (o como dicen los gringos: ‘from scratch’)? Sé lo que como, sé la calidad y cantidad de los ingredientes y más que nada: mi alimentación está libre de conservantes, colorantes y demás ‘furundangas’ que nos están robando la calidad de vida. Lo cual no quita que he pasado las de Caín por lo difícil que resulta complacer caprichos criollos y que agradecería que en un gesto de solidaridad y desprendimiento me pasaras la versión fácil de sus recetas vegetarianas favoritas, a ver si me inspiro a intentarlas… ¡’AL FAVOL’ COMPARTE!

Dicho sea de paso, me tomo la libertad de presentarte oficialmente a Roland, mejor conocido como “el alemán” o como “mi medio aguacate” (porque las naranjas.. bleh!), con quien ya me metí en un lío por haber compartido artículos dos veces y no ponerlo a figurear en ninguno. Así que ahí lo tienen, al ‘culpable’ de toda esta aventura (que como buena dominicana se lo recuerdo en cada pelea :P).

Y bueno, hasta acá llego hoy, si tienes algunas dudas puedes preguntar acá debajo, sino, nos leemos en un par de días más, que toca seguir viviendo para poder seguir contando. ¡Un abrazo!

Sigue a Maricha Martínez Sosa: (Website…), (Instagram…). Proyectos: (QueMashago.com) y (Cultoural.com)

Relacionado:
Dominicana en Africa: ¿En qué se parecen RD & Etiopía?…
¿Esta es la única dominicana en Etiopía, África?…

Destacado

¿Tú que opinas? Cuéntalo aquí: