Con un sabor agridulce pero satisfecha, Milagros Bueno, una joven militar de 22 años trasplantada de córneas, cuenta lo maravilloso que fue para ella el ver ese primer reflejo de luz tras la operación. Pero ahora enfrenta de nuevo el desafío porque requiere de otro reemplazo en el ojo que aun no ha sido operado. (Seguir leyendo…)
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