El culto de la Virgen de la Altagracia constituye una de las advocaciones fundamentales de la Madre de Dios en el imaginario sagrado del pueblo dominicano.
La imagen y los significados del carácter simbólico del ícono y de los atributos de la Virgen de la Altagracia los encontramos asociados a dos dimensiones: un catolicismo oficial pautado por la autoridad eclesial y un catolicismo popular en constante recreación desde las experiencias vitales. (Seguir leyendo…)
¿Tú que opinas? Cuéntalo aquí: