«Como no hay manera de que el Gobierno pueda frenar la construcción del canal, porque fueron miopes e incapaces de cuidar la forma y el fondo del acuerdo firmado, sin poner límites claros que preserven dicho recurso natural, entendemos que, de ser necesario, a tiempo, podemos represar el río y desviarlo hacia nuestro territorio, que es donde nace. Con esta medida se termina el negocio del empresariado haitiano, de los que son amigos algunos del actual Gobierno dominicano», declaró Abel Martínez, indicando que hay nombres de ese entramado empresarial que se mantienen bajo un velo de misterio. (Seguir leyendo…)