La soledad daña nuestra salud


El cerebro humano, que ha evolucionado para buscar la seguridad en los grupos, registra la soledad como una amenaza. Los centros neuronales que vigilan el peligro, entre ellos la amígdala, se activan de manera exagerada, provocando la liberación de las hormonas del estrés de “lucha o huida”.

El ritmo cardiaco aumenta, la presión arterial y el nivel de azúcar en la sangre se incrementan para proporcionar energía en caso de que la necesites. El cuerpo produce más células inflamatorias para reparar los daños en los tejidos y evitar las infecciones, y genera menos anticuerpos para combatir los virus. Inconscientemente, empiezas a ver a los demás un poco más como posibles amenazas —fuentes de rechazo o apatía— y menos como amigos, remedios para tu soledad. (Seguir leyendo…)

Salud y Bienestar

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