El cierre obligado de la agenda del entretenimiento no solo ocasionó cuantiosas pérdidas a los negocios del sector, sino que tuvo un impacto devastador para los artistas. Cuando las autoridades del Ministerio de Salud Pública anunciaron la reapertura de las actividades, las orquestas, así como los solistas, incrementaron considerablemente la tarifa para amenizar fiestas o para protagonizar conciertos. (Seguir leyendo…)
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