Una granja de insectos comestibles puede evocar imágenes de campos, graneros y botas embarradas; no una instalación de alta tecnología completamente automatizada en un almacén comercial en un polígono industrial. Sólo el nombre, «Protix», delata la naturaleza de esta instalación en la ciudad de Bergen op Zoom en el sur de los Países Bajos, donde la compañía opera desde 2019. (Seguir leyendo…)