Tres jóvenes rusos solicitaron un taxi de lujo, pidieron al chófer que les ayudara a meter las maletas en el maletero, y aprovecharon el momento para ponerse al volante del BMW y se fueron. Minutos después volvieron al lugar y le explicaron al taxista que se trataba de una broma. No obstante, el conductor denunció los hechos. (Seguir leyendo…)