Aun en tiempos de un virus tan inmisericorde y mortal como el covid-19, el tráfico en Santo Domingo, la capital dominicana, está tan embrollado y taponado cada día que un viaje desde la Dirección General de Migración hasta la avenida John F. Kennedy le ocasionó a un ciudadano casi dos horas ensartado en un atasco, el equivalente a un vuelo desde la terminal de las Américas a la ciudad de Miami. (Seguir leyendo…)