Por Maricha Martínez Sosa
El Parque de Las Praderas, próximo a la Av. Núñez de Cáceres, posee una forma irregular y tiene varios segmentos que son conectados por dos túneles, uno que pasa por debajo de la calle Teodoro Chasseriau (antigua Privada) y otro por debajo de la Gustavo Mejía Ricart.
Dependiendo de cuáles fragmentos se recorran este pulmón verde tiene alrededor de 4 kilómetros de extensión que van desde la calle 27 Oeste casi esq. Núñez de Cáceres hasta la calle Guarocuya. Este espacio público de recreación incluye múltiples zonas verdes, cancha de tenis, de fútbol y de basketball, así como unas escalinatas en forma de anfiteatro y una zona de juegos infantiles bajo el formato de «las canquiñas».
Decenas de personas lo utilizan diariamente para esparcimiento y deportes, siendo habitual encontrar individuos, familias y grupos de caminantes, corredores, ciclistas y quienes simplemente se sientan a disfrutar del fresco y relajante ambiente. Aunque en algunos puntos de este parque desde hace meses (si no años) se cuenta con presencia policial, tras el asalto realizado el pasado 27 de febrero la vigilancia ha aumentado notablemente, encontrando actualmente agentes en las principales zonas, así como patrullas motorizadas en constante movimiento.
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