7 cosas que pasan en una guagua pública


Foto: Paoh Guerrero

No sé en otro país, pero el transporte urbano e interurbano de la República Dominicana cuenta con una serie de códigos, personajes  y métodos tan peculiares, que ya son parte de la cotidianidad entre calles, avenidas e intersecciones; para bien o para mal.

1. La defensa delantera: Buscar una soga para amarrar un cerdito, un chivito, unas sillas plásticas o de ruedas y una maleta en la defensa de la guagua porque no hay espacio, «To´ ´ta lleno adentro«. Esa defensa prácticamente no defiende a nadie.

2. El espacio: El «Chofer aquí no cabe más nadie» de los pasajeros contra el «Pero e´ta guagua ´ta vacía señore´» del cobrador, contrasta dependiendo si estás afuera, adentro, de pie o sentado en la guagua. Es como si cada lugar de la guagua fuera un universo paralelo.

3. La lentidud/rapidez: Esto depende incluso si estás en la parte de atrás de la guagua o al lado del chofer. Puedes montarte con el chofer más lento del país (cada ruta tiene el suyo) o con el más enchinchador para armar carreras y ver quien llega más rápido a la parada principal. Ese sería el equivalente a una montaña rusa pero sin las vueltas maromas.

4. El cobrador coach: Podemos aprender tanto de los cobradores de guagua: Aunque las cosas vayan rápido, siempre pueden acelerarse más (y viceversa), si la vida (en este caso la guagua) te deja, siempre podrás alcanzarla (gabeandose, mas bien), o incluso, nos enseñan a que NO debemos ser como ellos (esto con sus excepciones).

5. El Postmodernismo automotriz: Claves de WiFi en las puertas y ventanas, televisores con videos musicales para no aburrirse en el camino, sonido stereo para que los dembows y bachatas suenen como e`, abanicos pa`l calol del chofer y un par de otras cosas podemos encontrar en las guaguas de hoy en día.

6. Los personajes: La doña con todos los bultos del mundo quejándose de que la guagua es muy chiquita, el vendedor de dulces que te tiene la hora chequeada para montarse en tu guagua, el que a mitad de camino se da cuenta que está en la ruta equivocada.

El panita de los helados que desde afuera le vende a media guagua, el que vende postalitas para la fundación que tienen en un barrio lejísimos de la ruta; el señor que siempre hace chistes rojos y la jovencita que se queja de que la guagua está feísima y se le responde su respectivo «pero vete en taxi amiguita…»

7. Las rutas y la localización: Una 16C no va para el mismo lugar que va la 16B, La ruta que va para la 25 no es lo mismo que la ruta 25, los desvíos pueden llegar a ser épicos. En la mañana las guaguas pueden empezar en un lugar y en la tarde empiezan en un sitio diferente; «¿Va expresso/por arriba o por abajo?» puede ser una pregunta que dependiendo de su respuesta, te llevará más rápido o no a tu destino.

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