Entre las montañas de San Cristóbal, existe un valle que oculta misterios, bellezas por descubrir, exuberante vegetación y ríos extraños. El Valle de Dios.
La historia de un pequeño valle en el mismo centro de la montaña en el Parque Nacional Montaña la Humeadora. Cuenta que un señor caminaba sin rumbo en busca de agua, al terminar de caminar una empinada montaña se encuentra un valle, sus ojos se encantaron al mirar tanta belleza, al encontrar un rió y frutas para comer , sus primeras palabras de alegría fueron “Este es el Valle de Dios”.
Hoy lleva ese mismo nombre, y al visitar el lugar, sin lugar a duda se puede pensar que se está en un valle encantado. Se cree que el valle oculta misterios, debido a su ubicación y por estar precisamente rodeado por los ríos Mahomita y Colorao. Aunque el rió Colorao “siempre ha sido un tema de debate” por el color de sus aguas.
Rió Colorao
Como su nombre hace referencia, el rió Colorao es completamente rojo, muchos piensan que este color es debido a la tierra rojiza de la montaña y “hojas muertas” , otros aseguran que en su nacimiento existe Oro, plata, hasta han llegado a pensar que el motivo del color es abundancia de petróleo en todas las montañas. Aunque otras personas creen que el color es “una señal de algo, lágrimas o dolor de sangre enviadas por Dios”. El color es una señal de peligro para algunos, lo cual nadie se atreve a utilizar sus aguas.
El parque Nacional Montaña la Humeadora es vigilado por guarda parques y se está llevando a cabo un plan de reforestación, ya que hace unos años la agricultura indebida y la deforestación destruían poco a poco grandes e importantes bosques del lugar.
A parte de todas las creencias; El Valle de Dios es un lugar digno de visitar, donde se disfruta del canto del Jilguero, Donde se escucha el sonido de los ríos, ya sean bendecidos o misteriosos.
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