Foto por Misael Rincón
Misael Rincón
Cuando tuve el placer y la dicha de conocer a el Papa Francisco a travez de la Visita Ad Limina con los obispos dominicanos, tuve muchas vivencias que contaré durante vida tenga al igual que cada uno de mis compañeros que me acompañaron en ese gran viaje.
Con ese gran equipo estaba con nosotros mi gran amiga Micher Sandoval, encargada de prensa de la Conferencia del Episcopado Dominicano y días antes del encuentro con el Papa, algo que era un 90% seguro que no íbamos a entrar a la audiencia Papal ya que éramos laicos acompañantes de los Obispos y eso es medio complicado para el Vaticano, ella nos mostró el regalo que le haría a el Santo Padre, una pequeña estatuilla con la imagen de la Virgen Altagracia.
Nos pareció el mejor regalo y de inmediato nos anotamos para que ella diga que fuimos todos (jajajajaja).
En fin, se dio el gran encuentro y en la fila para saludar al santo Padre Micher va delante de mi y veo que a su llegada para el saludo ella saca la estatuilla y la entregó al Santo Padre explicándole el significado de la misma. Pero desde mi punto de vista lo mas impresionante fue que por unos segundo el Papa Francisco se quedo admirando la imagen y al final le dio un beso, confirmando así su devoción por la Virgen María y el respeto por la Altagracia Madre de los Dominicanos.
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