‘No es solo el Abusador’


Altagracia Salazar
Toño Leña fue extraditado a Estados Unidos desde Colombia. César el Abusador fue extraditado a Estados Unidos desde Colombia. Ayer un desconocido llamado Geury Pérez, alias Ñoño fue detenido por la Policía cuando intentaba viajar a Colombia.

Los dos primeros sindicados de narcotráfico, el segundo imputado del asesinato de un joven en la recién pasada Navidad en un robo de un teléfono en el sector de Villa Mella en Santo Domingo norte.

Siendo que el robo de teléfonos es considerado como un delito menor, un caso de raterismo, llama la atención que el imputado reaccionara comprando un pasaje y viajando a otro país donde necesitará divisas para sobrevivir aún en el caso de que tuviera familia o amigos en ese país.

Rara vez las autoridades dominicanas han prestado atención a estas bandas de ladrones de teléfonos que necesariamente actúan en conturbernio con empresas que los revenden.

Los cientos o miles de teléfonos robados que se venden cada día no pueden ser comercializados de manera individual y ya en una ocasión se determinó que los aparatos eran exportados a distintos mercados de América Latina y Haití.

Iván Brown, un televidente de este espacio fue secuestrado hace cerca de un año para robarle un teléfono caro. Por sus propias investigaciones más que por las de la Policía, pudo identificar el lugar donde se comercializaba el equipo y no ha habido manera de que las personas que participaron del ilícito lleguen a la justicia. Policías y fiscales se hacen los locos para que el asunto no pase de ahí.

La muerte de Gabriel de Jesus Bandera en la Nochebuena pasada, debe servir para que las victimas de robos de celulares no sigan siendo una estadística y sobre todo para que alguien se ocupe de las bandas que participan del negocio.

No son ni ladroncitos ni ladronzuelos. Pueden comprar un pasaje de avión y viajar a otro país con dinero en la mano. Los dueños de tiendas que venden esos equipos, algunos involucrados en ilícito de manera reiterada deben ser sometidos a la justicia. Lo que pasa hasta ahora es la Policía los perdona y la supuesta investigación no pasa del muchacho de barrio que arrancó el celular de la mano. Esta tragedia no parará hasta que se ataque a quienes de verdad son los dueños del negocio.

Yo debo ser la única persona en República Dominicana a quien le robaron un teléfono y se lo devolvió la Policía.

*Noticias República Dominicana, Internacional

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