’20 millones al día’


Altagracia Salazar
Ayer se supo que Erick Randiel Mosquea el líder del grupo desmantelado por la operación Falcón gastaba o invertía 2.5 millones de dólares cada semana. Eso significa 357 mil dólares cada día que llevado a pesos son unos 20 millones cada 24 horas.
Yo no sé contar mucho pero no imagino la forma de gastar o invertir 20 millones de pesos cada día. No imagino como puede pasar desapercibido una operación de ese tamaño durante tanto tiempo.
Tampoco sé si en Santiago que es el corazón productivo de la República Dominicana haya otra empresa que mueva esa cantidad de dinero de manera que las acciones de una normalicen la de la otra.
Mirar para otro lado o dejar de ver ha sido más que práctica la conducta de las autoridades que tuvimos hasta hace un año y también de la sociedad tolerante al enriquecimiento ilícito no solo de los políticos, sino del narco. Supongo que de ahí viene la unión natural entre unos y otros.
Tengo la remota esperanza de que este juicio aclare muchas cosas. Hoy cuando los importadores de vehículos hablan de la presencia de vehículos robados en el mercado, cosa que no se puede negar porque la ultima investigación en Gringolandia así lo prueba, recuerdo que en este como en otros casos se citan los nombres de empresas y personas vinculados a ese negocio.
Hace seis años del asesinato de mi amigo y colega Blas Olivo y ya sus asesinos fueron condenados a 20 y 30 años. Olivo murió en una operación de robo de su vehículo por parte de una banda especializada en robo de vehículos marca Toyota, color blanco, en el expediente se citaban los nombres de las empresas de vehículos que las comercializaban pero no les pasó nada. Los dos tenientes activos que participaban del grupo deben haber sido ascendidos.
Yo entiendo que el actual ministerio público que ha emprendido una labor más que titánica debe esforzarse en que la población conozca por lo menos el modus operandi de este y otros grupos.
20 millones al día es una torre de 600 millones al mes. Quizá por eso tenemos tantas torres vacías.

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