Santo Domingo.- A casi 9 años de aquel fatídico suceso en el que Francina Hungría fue asaltada por varios delincuentes que le dispararon en su rostro dejándole con discapacidad visual, la joven de 35 años recuerda que en los primeros días tras el atentado y en los que tuvo que ocultar sus debilidades para no afectar emocionalmente a su madre, entre otros familiares. (Seguir leyendo…)
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