Maricha Martínez Sosa para remolacha.net
Santo Domingo.–Según me contaron las celebraciones la independencia norteamericana de la embajada solían ser muy formales: grandes eventos diplomáticos con mucho bombo y platillo, eso fue hasta este 2019 en el que, bajo la gestión la embajadora Bernstein, surgió la idea de hacer algo menos rígido y más «divertido», bajo un concepto que a mí, personalmente, me fascinó: «ESTAMOS UNIDOS» y con una temática que indudablemente une a ambas naciones: la pelota.
Para la celebración de este año «los gringos» tiraron la casa por la ventana pues teníamos nada más y nada menos que el Estadio Quisqueya para nosotros solitos y los invitados especiales eran precisamente algunos de los gigantes que desde hace años han puesto a la República Dominicana en el mapa (de la mejor de las formas), yo -dentro de mi ignorancia “beisbolística”- pude identificar a Juan Marichal, a Pedro Martínez, a Vladimir Guerrero y luego vi que por ahí estaba también Sammy Sosa. Dígase, ¡los más MONTROS!
El acto protocolar fue bastante corto e incluyó, como es de esperarse, el canto de los himnos de ambas naciones. El dominicano lo cantó Pavel Núñez:
Luego hablaron algunos de los astros deportivos y, de entre todos, el mensaje de Pedro Martínez me llamó la atención por ser cercano, directo, sincero, actual y sumamente correcto, me impactó tanto que me hizo dejar de atender al trago que me estaban sirviendo (¡lo siento JackD!), sacar el celular lo más rápido posible y grabar este último fragmento:
Y luego arrancó el party: cantaron y bailaron un montón de gente, entre ellos los chicos de «Da’ Republik» quienes puedes que recuerdes porque hace algunos meses se hicieron ultra famosos en America’s Got Talent.
Nos hicimos fotos temáticas, comimos toda la chuchería imaginable y claro, como no hay 4 de julio sin fuegos artificiales, poco después de las 9pm arrancó el espectáculo de luces y colores.
Al final, justo cuando salíamos mi amigo Emil nos dijo bromeando ¿y no quieren una foto con Juan Marichal?, porque él se encontraba justo a nuestras espaldas. Yo -que no suelo muy «groupie»- pensé ¿por qué no? Y nada, hasta mi foto con él me tocó, allí, justo en el césped del estadio que lleva su nombre.
Da igual si le dices béisbol o baseball, esa pasión en algún momento nos ha movido a toditicos/as pues la pelota es, sin lugar a dudas, un elemento que se vive con igual entusiasmo en ambas naciones y a través del cual se ha creado y se comparte una hermandad suma y extremadamente especial.
Para mí lo más emocionante fue saberme en el mismo terreno que aquellos sujetos que le dedicaron su vida este deporte. Porque a cuenta de coros ahí estaba yo, a quien ni le gusta la pelota, una muchachita cualquiera que nunca pudo agarrar bien el bate, caminando en el mismo césped y al mismo tiempo que algunas de nuestras verdaderas glorias del baseball, esas cuyos nombres han puesto nuestra bandera en alto en «El Salón de la Fama» y que representan auténticas versiones aplatanadas del “sueño americano”.
Cuéntanos en los comentarios, ¿qué te parece a ti esta idea? ¿Te hubiera gustado estar allí? ¿A cuál de nuestros talentos le hubieras pedido una foto?
Sigue a Maricha por Instagram…
– Ver mas fotos de este evento aqui…
¿Tú que opinas? Cuéntalo aquí:
