La querida rica vs. la querida pobre [humor]

Por Orlando Holguín/Ke Colmado
¿En cuantos nos salen las queridas de funcionarios públicos? No hay que ser un duro en matemáticas, pero entre apartamento, vehículos mantenimiento, comida, lujos, muebles, viajes, chofer, combustibles, sustentos de niños (si hay de por medio) y otros gastos, las queridas podrían costarnos miles de millones al año, salidos de nuestros bolsillos.


6167035551_3eb85f4788_qNo es lo mismo una querida de clase alta y una de clase baja. Se sabe que la vida de este ente social va a depender de la categoría del querendón.
Por lógica, la querida utiliza mucho el teléfono. Vamos a ver la diferencia de Las Llamadas de La Querida Rica y Las Llamadas de La Querida Pobre.

– La Llamada de La Querida Rica: ¿Dónde tú estás, amor? Estoy antojada de sushi, pero tráelo del restaurante japonés, que lo otro es copia.
– La Llamada de La Querida Pobre: Mira, ¿adónde tú ‘tá metío? Tráeme un pica pollo con papas. Y date rápido, que las papas llegan “amemá”.

– La Llamada de La Querida Rica: Oye, hay que llevar el niño al aeropuerto, que él va para Disney. El vuelo sale a las ocho. Manda el chofer temprano.
– La Llamada de La Querida Pobre: Voy a mandar al niño con la prima adonde mamá, en Maimón. Ven, pa’ que los lleves a Caribe Tours.

– La Llamada de La Querida Rica: Manda a Lalo a recogerme la ropa a la lavandería.
– La Llamada de La Querida Pobre: Pasa a buscar la ropa, y dile a esa “sirvepana”, que aprenda a planchar y hacerles el filo a los pantalones.

– La Llamada de La Querida Rica: Ay no, ay no, ya yo no quiero ese carro. No, no es porque tenga dos años, es que ya no me gusta, Richard, y punto.

La Llamada de La Querida Pobre: No, Abelardo, el problema es que cada vez que yo te pido un favor, tú tienes el motor “deguabinao”. Parece que los japoneses fue contigo que se la desquitaron.

– La Llamada de La Querida Rica: ¿Para París? Bueno, puedo llegar el sábado en la mañana, porque hay reunión del Consejo Administrativo. Eso sí, no me dejes una hora esperando en el aeropuerto. Está bien, te amo.
– La Llamada de La Querida Pobre: ¿Pa’ Boca Chica en motor? Ay no, yo no voy a coger esa pela y esa brisa. Mejor vámonos en guagua.

– La Llamada de La Querida Rica: Nada, saliendo ahora mismo. Del colegio llamó la psicóloga, que el niño tiene problemas de aprendizaje. ¿400 mil pesos al año para que le salgan a uno con eso?
– La Llamada de La Querida Pobre: No pases, que voy pa la escuela a buscar a Joselito. Se fajó con un “amiguito” y dizque tiene un chichón grandísimo.

– La Llamada de La Querida Rica: estoy en el súper, mándame al chofer, que la compra no me cabe en la Jeepeta. ¿El Moet? Claro que lo llevo, amor.
– La Llamada de La Querida Pobre: Pásame a buscar, pa’ ir a INESPRE, que los víveres ‘tán más baratos allá. Mira, tráete un pote para la tarde, negro.

– La Llamada de La Querida Rica: ¿Qué dónde yo estoy? En el Spa, corazón, poniéndome como a ti te gusta, descuartizador de corazones.
– La Llamada de la Querida Pobre: ¿Dónde voy a estar? En el salón, arreglándome los moños para lucirte a ti. Oye, pasa por aquí y déjame dos cervezas “paga”, que estamos bebiendo aquí con las muchachas.

– La Llamada de La Querida Rica: Quiero irme de tienda a Miami. ¿Cuándo? No, querido, es este fin de semana. Ah no, yo no sé, tú querías una sucursal, o la amueblas o la traspasas.
– La Llamada de La Querida Pobre: Diablo, Hermógenes, pero tú nunca tienes tiempo pa’ mí. Dos meses pidiéndote que me lleves a la pulga, frente a Manresa. ¡Que no, que no quiero coger sola pa allá, y necesito ropa y zapatos!

QueridaAsí discurre la vida de las queridas, de acuerdo a su clase social. Lo más importante, es que el cuernú no ponga a la querida a comerse la masa, cuando la esposa fue la que se comió los huesos, porque, de que la vida se la cobra, se la cobra. Muy difícil que usted muera atendido por una querida, ¿oyó? ¡buen sinvergüencita!

 

Por Orlando Holguín/Ke Colmado

Foto Via DP_Danny

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