El experimentado piloto privado dominicano Rafael Campos, quien despegó del aeropuerto local Republic en Long Island (Nueva York), el 12 de noviembre para junto a una hermana ir a visitar a otra al hospital de Rhode Island, se vio obligado a aterrizar en la oscuridad de la noche, en un tramo de la congestionada autopista I-95 Norte, y relató las maniobras que tuvo que hacer para evadir las muertes de ambos en su avión de un solo motor Rockwell Commander 112. (Seguir leyendo…)