El Nacional
Enriquillo, Barahona.–La historia de Alba Reynilda Urbaez es un ejemplo en medio de las precariedades de una señora de la comunidad de Enriquillo, que escogió entre la vida y la muerta, tras la decisión de mutilarle ambas piernas, en su estado grave de salud, a sus 57 años una silla de rueda no le prohíbe sus labores.(Seguir leyendo aqui…)
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