«Eso fue una pupú rara»

La inauguración de Donald Trump fue una experiencia surrealista para prácticamente todos los que lo presenciaron, independientemente de si estaban o no en el evento y con independencia de a quiénes apoyaron en las elecciones.

En el estrado, la presencia estoica de Hillary Clinton, a quien el candidato Trump había dicho que enviaría a la cárcel si asumía el cargo, subrayó la extrañeza del momento. George W. Bush, también atacado por Trump durante la campaña, estaba allí también. Dio la misma razón para asistir a Bill y Hillary Clinton: honrar la transferencia pacífica del poder.

La lucha entrañable de Bush con su poncho en el acontecimiento se convirtió rápidamente en un meme. Tras el discurso corto y terrible de Trump, Bush abandonó la escena y nunca ofreció comentarios públicos sobre la ceremonia.

Pero, según tres personas presentes, Bush hizo una breve evaluación de la ceremonia inaugural de Trump después de salir del estrado: «Eso fue una mierda rara». Los tres lo oyeron decirlo.

Un portavoz de Bush no quiso hacer comentarios.

Fuente: NYMAG

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