Las artistas que amargan a tu madre


Por Orlando Holguín
El borracho entró al bar y dijo: “¡Ponme a Chiquitita ahí hasta que crezca!” Viejo, viejo, pero bueno, bueno, como decían en el programa “Bienvenidos”. “Chiquitita” del grupo sueco ABBA, no es una canción romántica, pero el dominicano se amarga hasta con un merengue sin letras.

“¡Apágame ese radio!”, “¡Quítame esa canción, juye!” Cuando te botan, sientes que muchas canciones románticas te “pegan”, que son trajes a la medida que las compusieron para tu caso particular. Amargarse con una canción, implica escucharla hasta mil veces en un día, generalmente dándose unos “petacazos” en nombre del malvado o la perversa que nos dio pa’ fuera, que nos canceló el contrato amoroso, nos sacó los pies, nos botó como a un perro.

Ahora bien, en este mundo de reggaetón, música urbana y de escasa creatividad musical, con pocos artistas que explotan el romanticismo y el enamoramiento puros, uno pregunta: ¿con qué se amarga la gente?
Otra pregunta oportuna es: ¿se amargan las mujeres? Pues claro, y también se pueden dar un “jumo” de apaga y vámonos, con la ventaja de que se amargan con intérpretes femeninas y masculinos.

Hoy día escasean las artistas femeninas que lleven a las mujeres a amargarse escuchando sus canciones, pero en las década de los 80’s y 90’s, hubo cuatro muy especiales, y las vamos presentar aquí en un orden más o menos cronológico. Son cantantes a las que las casa licoreras debieron sacarles un por ciento de las ventas, porque de que se bebió, se bebió.

Amanda Miguel. Daba romo por dondequiera. Con su aguda y potente voz, puso a muchas mujeres a tirar lagrimitas con “El me mintió”, tema con el cual la cantante nos convirtió a todos en hombres mentirosos. Y a todas las chicas que se le había derribado un castillo amoroso, les dio en la madre con el tema “Castillos”. Para colmo, Amanda es de las artistas que, a nuestro entender, cantan como si le estuvieran haciendo el amor.

Yuri. Otra que amargó a las mujeres en los 80’s, fue Yuri. “La Maldita Primavera” se convirtió en un himno y la catapultó a la fama. La canción, cuya versión original es en italiano, puso a muchas damas (que la vi yo con estos ojos) a llorar como niñas por una relación rota. La Maldita primavera fue tan impactante, que hubo chicas que se quedaron esperando que Yuri maldijera las restantes tres estaciones: verano, otoño e invierno.

Marisela. Una que le dio en pleno corazón a las chicas de los 80’s, fue Marisela, cantante nacida en Estados Unidos, pero de origen mexicano. Pregunte a una dama de esa época, botada por su pareja y ahora quizás con 45 ó 50, si esta artista no la puso a beber, con “Mi problema», «Enamorada y herida», «Sin él», «Completamente tuya», «Sola con mi soledad». Ni modo que Marisela debía dar amargue, pues para la época estuvo casada con Marco Antonio Solís, otro que da romo con sus composiciones y canciones

Ana Gabriel. Por último, Ana Gabriel, en los años 90, les llegó hasta a los hombres con sus canciones. Con su voz medio a lo Dyango (son de los cantantes estreñidos), esta artista invitaba a la barra, al bar, al amargue, al despecho. Ponme a Ana “Grabiel”, la hermana de Juan “Grabiel, ahí” (no son ni que ‘toy “botá”. Juanga y Ana no son ni primos lejanos.

Amargarse y beber con una canción, no es malo, lo malo es levantarse al día siguiente, resacao, amargao y “sin él”, como la canción de Marisela, o sabiendo que ella te dio pa’ fuera y está entrenando un nuevo amor, a una semana de mandarte a freír tusas.

¿Y a usted, amiga, qué artista la amargó o le amarga por un amor?


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