Fernando Pucheu
Opiniones a favor y en contra del nombramiento de Sammy Sosa han colmado la opinión pública desde el día de ayer cuando se difundió la noticia, y ha sido principalmente por la extraña combinación de Sammy-Cine.
Algunos aluden que el gran jonronero dominicano no tiene conocimientos de cine y que no fue correcta su designación por parte del presidente, otros opinan que es una botella, sin embargo al ser un nombramiento «honorífico» se entiende que no precibe dinero alguno por sus funciones como «asesor de cine», además bien sabemos que Sammy tiene un buen respaldo económico lo que tumba esas opiniones…
Muchos no se percataron que en ese mismo decreto se nombró al director de Caribbean Cinemas el Sr. Robert Carrady, junto al cineasta Agilberto Meléndez, quienes entendemos que si aportarían sus experiencias y conocimientos de la industria; pero todavía me pregunto que hace en esa lista el manager de Sammy, Domingo Jesús Dauhajre Selman, es decir, son personas respetables y exitosas cada una en su áreas, pero qué saben de cine?
Ahí es que radica la interrogante de cuál es el fin de esos nombramientos, a lo mejor es para financiar las producciones, pero entonces habría que nombrar a todo empresario que tenga billete y quiera invertir en cine…Por eso entendemos que el título de «asesor honorífico» o «miembro del Comité Consultivo Cinematógrafico» no es un traje que encaje con el talle de nuestro gran Sammy Sosa, a lo mejor me equivoque, pero entiendo que nos llenaría más de orgullo verlo en una posicióncomo asesor en materia deportiva.
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